Medio: mixto
Año: 2020
Artista: Franklin graulau
Mucho antes de la isla ser invadida por
la pandemia COVID-19, fuimos alertados por un ser noble, indefenso. Debíamos
protegernos la cara, mantener distancia, incluso cuidarnos la espalda. Un virus
nativo pululaba y pulula a sus anchas. Uno letal, macabro, que vive y respira,
piensa y actúa acechando a sus victimas indefensas débiles (raras). Una
pandemia intolerante con el diferente que no comulgue su maldad, ignorancia y estupidez.
El corona virus lo paramos quedándonos en
casa, lavarnos las manos y mascarilla en la cara. ¿Pero cómo nos protegemos del
político insensato y ladrón, del intolerante, del falso profeta y sus fariseos?
¿Cómo se pueden quedar en su casa los que no tienen casa? ¿Quien es mas cruel,
el que ataca, o el que ve y solo graba? Esto lo paramos todos. ¿CUAL DE TANTOS
ESTOS?
Cuando terminemos y controlemos el
COVID_19, sigamos trabajando con la salud mental, espiritual, la del alma. ¡No
a la impunidad en todas sus vertientes,
sigamos desenmascarándonos, uno a uno!
ALEXA, no te estas perdiendo nada,
descansa. Si Dios quiere nos veremos pronto.
¡QUEDATE EN CASA!
Artista:Franklin Graulau
EL CAMARADA
Medio: mixto
Año: 2020
Artista: Franklin Graulau
Con la llegada y modalidad de la
mascarillas (respiradores de salubridad).
Abrazamos una costumbre establecida en
otros (mundos). Adaptamos este bosar a nuestra idiosincrasia. La mayoría de ellas
se pavonean por todos los rincones. Al parecer aterrizan desde Wish o PartyCity
y otras apocalípticas que parecen colmenas con bordados en canutillos y piedras Swarovski.
Una estética coloquial, boricua para que
todos lo sepan, ilustra un pueblo exprimido pero alegre. La creatividad se
expande igual que la corona virulenta.
Estas mascarillas endémicas, con dibujos
del coquí y la cotorra Puertorriqueña, tal vez placebo o amuleto, que aunque no
nos esquiva del cantazo y el hematoma al parecer el dolor atenúa. Todos
asumimos un personaje detrás de la mascara y nos encanta la lucha libre, tal
vez porque pensamos que es libre, ese estribillo que adorna y maquilla las
canciones repitiendo la libertad hasta el encierro del hastío. Nos apasionan
los disfraces, los héroes y no nos atrevemos hurgar ni rebuscar lo que en
realidad hay adentro. No hay peor crimen que matar un sueño. Las mascarillas
endémicas llegaron para despertar y revivir esos héroes, Tito Kayak, Peter Pan
en su vuelo, El León Fiscalizador. Escondemos nuestra vulnerabilidad dos veces,
salubridad y miedo. Recordar la lucha libre, sus bailes y cortejos. La momia
blanca (buena) y la momia negra (mala) de Titanes en el Ring. Confieso que
llegue a querer la momia mala pues la blanca la tenia de abuso. La mente y su
imperfeta humanidad, percibiendo lo que entiende y le conviene percibir.
Entonces como caído del cielo o sacado de
un cuento chino, llega este luchador de pistolitas de fulminantes. El CAMARADA,
hibrido luchador capaz de defender la salud y los pulmones de sus seguidores. Mantiene
a raya el covid -19, asustando el virus y sus colegas, políticos, religiosos, los
malos vestidos de luz. Una mascara poderosa que se activa y te protege si crees
en el. Este virus antes de pararlo tenemos que sentarlo, acorralarlo. Las
luchas se ganan dentro del ring. Se puede volar aún dentro de la casa.
Dale, que si nos funciona no hay nada que
perder. ¡QUEDATE EN CASA! Si es que tienes casa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario